lunes, 18 de junio de 2012

PREDICAR LA PALABRA DE DIOS ¿Cuáles son los motivos de tu corazón?

A veces no nos detenemos a pensar que tan importante y honroso es que podamos tener el “privilegio de predicar la Palabra de Dios”.   Pensar que no soy digna y que, como dice la Palabra, 
1Co 1:27  sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte;  28  y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es,  29  a fin de que nadie se jacte en su presencia ….

 Y para ser testimonio de su poder, y que El nos haya escogido para sus propósitos y que pueda  encontrarme entre los planes que El tiene para este preciso momento de la historia de la humanidad ! 

Reflexionando sobre este privilegio, pensemos en esto que es muy importante: 
En cada esfera de actividad humana, el que tiene ansias de liderar puede hallar una oportunidad para engrandecerse.  Y allí es donde radica el peligro !  En muchos casos el líder en vez de servir a otros en humildad esta sirviendo a sus propios intereses.  En contraste con lo que Jesús afirmo con claridad:  “El Hijo del Hombre no vino a ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos”  (Mat. 20:20-28)
Vivimos en una sociedad donde la grandeza se iguala al poder, a la codicia, al prestigio, a la fama, y a las grandes ganancias personales---
Las personas que servimos al Señor debemos examinar nuestras motivaciones para el Ministerio a la luz de la humildad y absoluta auto-negación del Señor Jesús.
La pregunta difícil que tenemos que formularnos todos los que estamos al servicio del Señor (llámese pastor, líder, predicador, evangelista, maestro, etc….) es:  ¿Por qué esta usted en esta función? ¿es para progresar personalmente o para agradar a Dios y beneficiar a otros?
Se necesita mucha integridad para responder a esta pregunta con honestidad.  Así sabremos si ha sido realmente llamado por El Señor o si es simplemente por razones personales o satisfacción propia.
Hay 2 criterios importantes por los cuales se puede discernir al verdadero varón o mujer de Dios: 
Primero es que su mensaje este de acuerdo con las escrituras, y Segunda es que el sea humilde de corazón y sensible a la guía del Espíritu Santo.
Una persona así no promueve sus puntos de vista personales, ni tampoco se presenta con un aura de prestigio y de poder, o de gran ungido.
No es fácil… mucha gente no quiere escuchar la verdad, solo quiere escuchar lo que le gusta…. Es una labor que rompe el corazón, acongoja el alma, cansa el cuerpo y quebranta el espíritu…. Duele y causa tristeza por la gente que se pierde muchas veces, de la cual solo unos pocos tienen hambre y sed de Dios.
La energía, la vitalidad, la fuerza, la perseverancia y el amor para con la gente tienen que emanar de Jesús que vive dentro de ese siervo.
Una persona que realmente tenga el llamado de Dios NO condescenderá a los intereses egoístas de sus oyentes.  No acomodara el mensaje a la corrupción de su cultura, permanecerá firme en la verdad que Dios le ha revelado de Su Palabra.  No diluirá o disminuirá lo que Dios demanda de los que quieren seguirle, ni tampoco vacilara en confrontar con el pecado, ni la iniquidad, ni con los males en su sociedad. 
Esta no es una tarea fácil, se necesita una gran entereza de carácter y sobretodo mucha fe en Dios.  En muchas ocasiones decir la verdad puede hacerlo impopular, pero tiene que ser así.  Si la verdad se proclama con la unción y gracia del Espíritu Santo causara polarización en la gente.  Jesús dijo “el que no es conmigo, contra mí es”.
La función de un ministro o líder no es hacer que la gente se sienta cómoda en sus sillas.  Muchos ahora son ejecutivos que dirigen una corporación comercial y no un hombre o mujer que hable por Dios. 
No nos debe sorprender que con más frecuencia cada día los pulpitos están ocupados por lobos con piel de oveja ¡!
A menudo lo que se logra es la consolidación de un “club social” donde la gente va por comida, entretenimiento y por socializar.  Las personas están siendo engañadas y no lo saben… es lo triste, no se dan cuenta, están dormidas.
El verdadero ministro de Dios no trata de complacer a una sociedad decadente.  A gran precio personal y arriesgando ser impopular se atreverá a ser “La voz de uno que clama en el desierto”    a veces con lagrimas a veces con gozo, trayendo de regreso al Maestro a algunos de los que se habían extraviado.
El verdadero ministro no se deja intimidar ya que fue llamado por Dios a un servicio noble y no retrocede, no pueden callarlo.  El mundo no puede silenciar su mensaje y el enemigo tiembla, pues es alguien que habla la verdad.  No duda en desafiar a los demás para que sigan a Jesús y la sana doctrina a cualquier costo. 
Tampoco engaña con la falsa creencia que es fácil ser un varón o mujer de Dios, el o ella dice que hay un precio que pagar y los capacitara para ver el honor glorioso de ser hijo del Altísimo, y que estamos aquí para hacer lo que El Señor nos dejo encomendado, para agradarle a El y no a los hombres, ni a buscar posiciones, ni nombres rimbombantes, sino para ser “siervos”  no para ser famosos, ni para que nos inviten a muchos lugares de prestigio… que tenemos el gran privilegio y la gran responsabilidad de predicar Su Palabra no adulterada, ya que daremos cuentas de cada palabra que salga de nuestra boca, y de las motivaciones de nuestro corazón para hacerlo.
Dios les bendiga,
FOTOS:
1.  Predicando en Tel Aviv, Israel en la Congregación Tirosh (Ministerio Vino Nuevo) 2012.
2.  Predicando en Iglesia Cristiana Judá, Casa de Alabanza, zona 6 Guatemala 2012
3.  Iglesia Ministerios Sobre la Roca zona 15, Guatemala 2012
4. Conferencia de Ministerio Por Causa de los Escogidos, zona 10, Guatemala 2011
5.  Programa de Radio “Por causa de los Escogidos”  en Radio Horizontes 2009.